Sistemas Clivet para mantener la temperatura y la humedad adecuadas en el interior de las instalaciones de maduración y almacenamiento de quesos de pasta dura Magazzini Generali Fiduciari en Mantua, con una capacidad superior a los de 230.000 ruedas de queso.
El reto
La maduración del queso se originó históricamente por la necesidad de conservar un alimento valioso pero perecedero. El calor y el frío, la humedad y la sequedad se alternan durante la maduración del queso, permitiendo la acción positiva de enzimas y microorganismos que ayudan a definir las características del queso cuando lo degustamos en la mesa.
Las condiciones de temperatura y humedad dentro de las instalaciones son cruciales para activar los distintos procesos y garantizar la calidad del producto acabado.
Los ambientes deben tener una temperatura que oscile entre los 16 y 18 grados y una humedad superior al 80%.