El reto
Los propietarios del inmueble, una vivienda unifamiliar de 100 m2 de una sola planta, querían un sistema que les permitiera refrigerar la casa en verano y calentarla en las estaciones intermedias, cuando el sistema de calefacción, compuesto por radiadores y caldera, estaba apagado.
También necesitaban un sistema que les ayudara a combatir la aparición de moho, sobre todo en el dormitorio principal.
Habían pensado en instalar un MULTIsplit, pero temían que la instalación requiriera mucho tiempo y, consiguientemente, tuviera un coste considerable debido a que las dos unidades interiores estaban muy separadas y tendrían que instalar las tuberías a lo largo de toda la casa.